Ahora que está tan de
moda Holanda, con la noticia de la abdicación de Beatriz en su hijo Guillermo y
su reciente coronación como rey de este país, el museo Van Gogh de Ámsterdam se
suma a dar más protagonismo a Holanda al reabrir sus puertas tras ocho años de
investigaciones.
Vincent van Gogh tiene
su estilo muy definido y usa colores muy vivos. Se creía que era autodidacta,
espontáneo y de pinceladas rápidas y seguidas. Pero las investigaciones dicen
que no es así: “Van Gogh era un artista que creía en el oficio, en el trabajo
disciplinado, y que se esforzaba por aprender los rudimentos de su oficio de
forma metódica”.
En la exposición
llamada Van Gogh at work se observa la evolución del pintor en más de 200
pinturas: la colección del propio museo y otras que proceden de otras partes
del mundo. Como algo peculiar cuenta con dos versiones de las obras Girasoles y El dormitorio, que han estado juntas en contadas ocasiones.
Esta exposición es el resultado del trabajo llevado a cabo por un
equipo formado por investigadores del propio museo, el Instituto holandés de
Patrimonio Cultural y Shell Holanda. Se han centrado en el método de trabajo de
Van Gogh: “una intensa investigación sobre la
técnica y el uso de materiales. Los resultados obtenidos son de gran valor para
nuestro conocimiento sobre el artista. La exposición realiza un recorrido
cronológico de la evolución como artista de Van Gogh”.
La exposición permite profundizar
en el uso de materiales y la técnica de Van Gogh, se puede ver y tocar el
material que Van Gogh utilizaba, apreciar cómo los colores se influyen entre sí,
y por último, analizar muestras de pintura con un microscopio y radiografías.
Habrá que ir a Holanda para ver la exposición.
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