martes, 7 de junio de 2011

"La Catedral de Rouen y la torre d'Albane a pleno sol, armonía en azul y oro" y "El dormitorio"





Óscar Sañudo López
Grado en Periodismo

Resumen:
El presente informe es un análisis, comentario y crítica comparada de las dos obras seleccionadas: una de las obras de la serie La catedral de Rouen (1894) de Claude Manet, concretamente "La Catedral de Rouen y la torre d'Albane a pleno sol, armonía en azul y oro" y una de las versiones (en apariencia estamos ante la segunda, de 1889) de El dormitorio de Vincent Van Gogh. Ambas son óleos sobre lienzo. Se analizan en una primera parte correspondiente al análisis; de manera comparada, el tema, los elementos plásticos y las técnicas pictóricas incidiendo en las similitudes y diferencias de ambas obras. Dentro del posterior comentario se relacionan las obras con los autores nombrando y localizando la obra en el tiempo y en el espacio; identificando los caracteres generales del autor en el estilo de la obra; e identificando también las diferencias de la obra respecto a los caracteres generales de las demás obras del autor. Además se relacionarán ambas obras con la época histórica y finalmente se ofrecerá, a modo de crítica artística, una opinión personal de las obras basada en argumentos concretos y específicos.


Sumario
1. Introducción
2. Análisis de las obras de arte
2.1 Tema
2.2 Elementos plásticos
2.3 Técnicas pictóricas
3. Comentario de las obras
3.1 Relación de las obras con los autores
3.2 Relación de las obras con la época histórica
4. Crítica de arte


1. Introducción:

El 16 de Septiembre de 1888 Vincent Van Gogh durmió en la Casa Amarilla por primera vez y gracias a Theo (su hermano) que le envió 300 francos de un legado familiar a principios de septiembre pudo amueblar su nueva casa. Esperaba la llegada de Gauguin y estaba impaciente por contarle que todo estaba dispuesto, una vez que había dedicado mucho tiempo y esfuerzo en hacer la casa tan confortable como fuera posible, a pesar de sus fondos limitados. Continuó pintando con furibunda energía, y con frecuencia dibuja y pinta en el jardín público que hay justo enfrente de la Casa Amarilla. Pasea a lo largo del Ródano “capturando” una escena nocturna bajo un cielo estrellado y pinta retratos de sus amigos. Finalmente, justo antes de la llegada de Gauguin, Vincent hizo una pintura de su habitación, confirmando así que la Casa Amarilla se había convertido en su hogar, y refugio para sus amigos artistas.
Unos años antes, entre 1892 y 1894 Monet se sentó al aire libre frente a la Catedral de Rouen, para dar forma a un proyecto ambicioso y a su vez, sumamente novedoso. Ya en 1891 había realizado su primera serie de lienzos, que formaban un conjunto cuyo protagonista era el almiar, visto en varios momentos del día. Pero aquí, en los lienzos de la catedral de Rouen, va mas allá, queriendo dar la importancia merecida a las condiciones ambientales. La fachada arquitectónica no es más que un telón de fondo, una serie de piedras que varían y toman diferentes formas según la luz o su ausencia, incide en ella. Da paso al más puro impresionismo, donde la luz estalla y modifica la imagen pero también la estimación mental del espectador. Monet trasladaba su taller a este espacio frente a la fachada del templo, y desde varios puntos de vista (dos desde la plaza y tres desde varias habitaciones frente al templo) consiguió pintar treinta y un lienzos. Hoy analizamos uno de ellos, con la catedral a plena luz del sol.


2. Análisis de las obras:

2.1 Tema

En el caso de la obra de Monet nos encontramos ante una representación paisajística, mientras que el tema de la obra de Van Gogh puede ser considerado como de género, al representar una escena de la vida cotidiana ya que le pintor refleja en la obra su propio dormitorio en Arlés. Aparece en esta obra además una naturaleza muerta o bodegón que hace acto de presencia en la escena, sobre la mesa.

2.2 Elementos plásticos:

Empecemos por señalar que en el lienzo de Van Gogh la línea es continua, y será un elemento utilizado para aportar perspectiva y volumen, como señalaremos más adelante. Sin embargo, en la obra de Monet la línea no está presente ya que el artista difumina los contornos por efecto de la luz para conseguir el efecto fantasmagórico deseado.

Respecto al volumen y modelado, anotemos alguna diferencia notable entre ambas obras: Van Gogh acude a marcar gruesas líneas oscuras para delimitar los objetos y a través de estos contornos consigue crear un mayor efecto volumétrico en los elementos presentes en la escena, mientras que Monet resta importancia a la representación del volumen en beneficio del motivo de toda la serie sobre la catedral, la cualidad dinámica de la luz y el ambiente.

Hemos mencionado someramente las perspectivas. En el caso de El dormitorio cabe destacar que la estancia está vista en una perspectiva algo exagerada, marcada por las líneas que dibujan el suelo y las paredes mientras que en el caso de Monet, su representación de la tercera dimensión se logra a través de un difuminado de los contornos o esfumato.

Llegamos así al tratamiento que de la luz realizan ambos artistas. Como ya señalamos en la introducción, en el caso de Monet al tratamiento de la luz es fundamental para entender toda la serie de pinturas con este motivo de la catedral. Nos basamos por tanto en la idea de que la representación de un mismo motivo pictórico en distintos momentos para observar los cambios causados por la luz natural es el auténtico protagonista de la obra. En la obra, con luz diurna, se refleja el momento álgido del sol a mediodía y será remarcado por ocres y dorados, llenos de luz, iluminando todo el lienzo, mostrando el esplendor de la obra arquitectónica y haciendo que la incidencia de la luz en las piedras del edificio haga cobrar vida a los todos sus resquicios. Hay que tener en cuenta que el artista concibió esta serie para verla en conjunto: solo de esa manera nos daremos cuenta del excepcional tratamiento de la luz en las pinturas y su diferente influencia en los objetos.

En cuanto al color, podemos señalar que en la obra de Van Gogh se le quiere otorgar un valor simbólico de reposo y sosiego, aun renunciando al blanco, según palabras del propio autor en una carta dirigida a su hermano y benefactor: “Esta vez es simplemente mi dormitorio; sólo que el color debe predominar aquí, dando con su simplificación un estilo más grande a las cosas y llegar a sugerir el reposo o el sueño en general”. El pintor incluye en esta obra sus más típicos colores, el amarillo y el azul (que aparecen en gran parte de su producción) que mezclará con pequeñas pinceladas de rojo y verde (para él estos dos colores representan las terribles pasiones humanas) jugando así con los contrastes y buscando equilibrar cada color con su contario.

En el caso de la obra de Monet, ya hemos señalado que los protagonistas son los ocres y los dorados, llenos de luz, iluminando todo el lienzo y mostrando el esplendor el esplendor del mediodía reflejado también en el azul del cielo. Aporta lógicamente algún color más frío para marcar las zonas en sombra y ayudar más aún a acentuar la disolución de las formas.

En cuanto a la composición, señalemos el dinamismo de la obra marcado por el juego de luces, el contraste entre las zonas fuertemente iluminadas y los pocos espacios en sombra, la ruptura de la unidad al no prestar atención a todos los elementos del modelo y de nuevo el uso de la luz para marcar el centro de interés del cuadro. Respecto a la obra del flamenco, encontramos cierto desequilibrio en la proporción debido a la diferencia de tamaños (de las paredes principalmente lo que ayuda a una extraña sensación de perspectiva) con la cama como centro de interés y un cierto ritmo logrado por la presentación del suelo.

2.3 Técnicas pictóricas:

En ambos casos son encontramos ante pinturas exentas, sendos óleos sobre lienzo. Soportes transportables, por tanto.

3. Comentario de las obras:

3.1 Relación de las obras con los autores:

Ya hemos datado y localizado ambas obras, pero merece la pena destacar los rasgos generales comunes de los autores en los estilos de estas obras y también sus diferencias.

Comencemos por la obra de Monet: desde su exposición con Rodin había iniciado sus grandes series culminando su interés por lo instantáneo y la atmósfera pintando el mismo motivo a diferente hora del día, práctica que se convierte en su sistema de trabajo. En la obra hoy analizada se observa la disolución de las formas características propia de esta última etapa pictórica del artista. También es característica del autor la pintura al aire libre (aunque alguno de los cuadros de la serie a la que pertenece nuestra obra fueron rematados en taller) y el tratamiento rápido de la pincelada visible en La catedral. El color como representación de la luz también es marca de la casa y queda perfectamente claro en esta obra, como ya hemos señalado reiteradamente en varias ocasiones.

¿Y la relación de El dormitorio con la obra de Van Gogh? Algo más llamativa, ya que parece romper con el estilo impresionista clásico marcado en sus demás pinturas. En la obra abandona completamente las sombras y la tradicional textura, creando superficies planas de clara inspiración en las estampas japonesas que tanto influyeron en él y en otros artistas impresionistas. También el uso del color difiere en alguna medida de la mayor parte del resto de su obra, lo que da fuerza a algunas teorías que se inclinan por defender que el ánimo del pintor a la hora de crear esa sensación de tranquilidad y descanso podría deberse a mantener confiado a su hermano, pagador de los gastos del pintor. Pero siguiendo con el color, encontramos también semejanzas con el resto de su obra ya que el pintor incluye también sus más emblemáticos y típicos colores, el amarillo y el azul que mezclará con pequeñas pinceladas de rojo y verde jugando así con los contrastes y el equilibrio entre contrarios. Por otra parte, la perspectiva acentuada y el uso de algunos símbolos, como las sillas vacías, nos recuerdan a otra de sus obras: El café de noche. Por último, la pincelada suelta tan presente en toda su obra se hace aquí patente, sobre todo en la zona izquierda del cuadro, sin implicar en ningún momento el olvido del detallismo en los objetos.

3.2 Relación de las obras con la época histórica

Ambos cuadros son impresionistas. Como hemos visto a lo largo del estudio, la importancia simbólica del color en el caso de El dormitorio, y la importancia de éste para ayudar a plasmar el efecto de la luz en el caso de la obra de Monet relaciona no solo ambas obras entre sí sino también con la época histórica en la que se realizan y a la que se circunscriben.

El Impresionismo parte del análisis de la realidad, quiere que la obra reproduzca la percepción visual del autor en un momento determinado: la luz y el color real que emana de la naturaleza en el instante en el que el artista lo contempla. Se centra en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos y no en la representación exacta de sus formas ya que la luz tiende a difuminar los contornos, verán colores que conforman cosas, y esto es lo que plasman los impresionistas, formas compuestas por colores que varían en función de las condiciones atmosféricas y de la intensidad de la luz. Todo esto hace que elaboren una serie de un mismo objeto en diferentes circunstancias atmosféricas y temporales, no les importa el objeto, sino las variaciones cromáticas que sufre éste a lo largo del día: Hemos reiterado esas características en la obra de Monet,

En cuanto a la obra de Van Gogh, digamos que pese a haber asimilado las influencias del Impresionismo, dota a sus obras de un estilo personal que algunos han dado en llamar post-impresionismo y se convertirá en estímulo para el posterior expresionismo. Respecto al impresionismo, continua utilizando colores vivos, una aplicación compacta de la pintura, pinceladas distinguibles y temas de la vida real, pero intenta llevar más emoción y expresión a su pintura. Características todas ellas distinguibles en la obra.

Aunque los postimpresionistas basaron su obra en el uso del color experimentado por los impresionistas, reaccionaron contra el deseo de reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo: tanto el simbolismo como la perspectiva citados en este estudio son fiel reflejo de estas características.

3. Crítica de arte:

Ambas obras resultan atractivas para el espectador. En el caso de La catedral entenderemos la obra como parte de la serie dentro de la que fue concebida y es a la luz (nunca mejor dicho) de esa premisa con la que concluiremos nuestra crítica. Porque aun reconociendo las bondades de la obra de manera individual, bondades ya reflejadas a lo largo del estudio, el lienzo alcanza su esplendor en la comparación con el resto de la serie. En este caso, los tonos ocres, dorados y amarillos que tan bien y fácilmente contrastan con el azul del cielo al mediodía nos funden las piedras de la portada de la catedral difuminando los contornos y dando a la representación un atractivo aire fantasmagórico al sol del mediodía. No importan los detalles, ni siquiera parece importar la propia catedral (que aparece representada incluso de manera incompleta) : la luz es la protagonista absoluta del cuadro.

Y en ese estudio de la luz en comparación con el resto de la serie es donde reside el encanto y la maestría de estas obras de Monet: la diferente luz de las pinturas cambia las formas, cambia el clima y como muchos otros ya han señalado, sirve para representar incluso el paso del tiempo. Bastaría solo con ello para concluir que en nuestra opinión, nos encontramos ante una obra cumbre de la pintura universal.

Respecto a El dormitorio, las sensaciones son más imprecisas. Ante la supuesta paz de la gama de colores, nos surge la inquietud por la perspectiva exagerada. El cuarto está en calma, pero la disposición de los objetos e incluso la propia soledad de la habitación transmiten una curiosa sensación: ¿será la de que nos hace pensar en el habitante de la casa de manera inmediata? Es imposible entender la obra sin el autor y lo que sabemos de su desequilibrio mental, porque el cuadro básicamente nos transmite desequilibrio. Sabemos (o más bien intuimos) que quiere aparentar calma pero… ¿que fluye bajo la pincelada gruesa que enmarca muebles inclinados, levemente deformes en una disposición inquietante? Asfixia y un punto de esperanza en una ventana entreabierta al exterior. Impresiona la obra, impresiona el autor.

4. Bibliografía:

Fuentes digitales:

.- Alonso, Laura en http://mundoarte.portalmundos.com/serie-de-vistas-de-la-catedral-de-rouen-claude-monet/ Consultada el 19 de mayo.
.- http://www.arteespana.com/impresionismo.htm Consultada el 19 de mayo.
.- http://www.arteespana.com/impresionismo.htm Consultada el 18 de mayo
.- http://www.lapalitroche.com/2008/05/29/el-dormitorio-de-van-gogh.html Consultada el 19 de mayo.
.- Aguilar, Teresa en http://todoarteatualcance.blogspot.com/2009/01/el-dormitorio-vincent-willem-van-gogh.html Consultada el 18 de mayo.
.- http://www.theartwolf.com/monet_cathedral_es.htm Consultada el 18 de mayo.

Fuentes bibliográficas:

.- Ramírez, Juan Antonio (Director) Historia del Arte. El mundo contemporáneo. Alianza Editorial. Madrid 2010.

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