LOUISE BOURGEOIS: EL TIEMPO HECHO ESCULTURA
No es infrecuente en el mundo del Arte que un
período de la vida pueda convertirse en la fuente de toda una obra.El caso de
Louise Bourgeois es un claro ejemplo de una obra artística construida sobre la base de su infancia. Casi en su totalidad la obra de esta artista francesa,
afincada en los Estados Unidos desde 1937 evoca esta etapa de la vida: sus luces
y sus sombras. La infancia es el eje fundamental en cualquier persona, el trauma infantil
determinará el desarrollo de una persona hasta limites insospechados. Sin
embargo, el trauma puede ser un rico nutriente para el creador. Luise Bourgeois
quizás sufriera por todo lo que le ocurrió, pero sin duda utilizó todas sus
vivencias como materia prima.
La vida de Louise no fue fácil, la relación conyugal
de sus padres fue siempre conflictiva, y un hecho crucial la marcaría para
siempre : las amantes de su padre; personas que fueron introducidas en el
hogar sin considerar el sentimiento de Louise y sus hermanos. La artista explicó años más tarde este fenómeno a partir de un símil de la biologia,
dijo en alguna ocasión que esas mujeres eran como un virus que se introdujo en la familia
haciéndola enfermar. Louis Bourgeois fue una alumna ejemplar y desarrolló una
sensibilidad especial para la artesanía en la fábrica de tapices de
sus padres. El contacto con los hilos, las taleas y los tintes fueron
despertando poco a poco su vocación artística, cuyo despegue se produjo años
después de emigrar a los Estados Unidos.
Los conflictos familiares y la relación con su padre
y sus amantes fueron el combustible a partir del cual Bourgeois empezó a construir su
obra, cuya temática evoca la identidad del niño, los espejos y las bolas de
cristal como símbolo de la personalidad y de la psicologia, su reflejo, su
fragilidad, su peso ineludible en el devenir de cada ser humano. Las arañas como
símbolo de la madre o sus obras fálicas, y de claro contenido sexual buscando
la relación de los sexos, su modo de hablarse, los silencios, la ruptura.
La instalación que comentamos, titulada Cell, Choisy, representa en una
celda, como es habitual en esta artista, la concepción del tiempo. En ella se encierra una réplica en
mármol rosa de la casa familiar en Choisy-Le-Roi, en los suburbios del sur de París. Una
gran guillotina preside el espacio, simbolizando el corte del pasado para
liberar el futuro. En la obra de Bourgeois la idea de la fisura esta muy
presente y la libertad en el centro de todo.No está muy claro si hay una intención mutiladora de un tiempo que Louise Bourgeois desea amputar de su existencia en el pasado, señalando a la infancia, una vez más o si estamos ante una obra que habla solo del Tiempo, del pasado y del futuro.
Los materiales utilizados siguen siendo los materiales preferidos por la artista francesa: metal, acero, y hay que añadir el mármol rosa, un material fuerte y sólido, que no parece conocer fisuras, sino vetas y marcas a lo sumo. Un material que podría simbolizar la carne, o la persona en su dimensión existencial, marcada por el tiempo, el que se fue y el que vendrá.
La obra de esta artista es ante todo biográfica, alejada de corrientes dominantes o dominadoras. Y esto es lo fundamental y lo que más apasiona de su obra; la posibilidad de interpretarse en términos artísticos de traducir materialmente las heridas que cada uno lleva consigo; las de la infancia o las de la madurez, heridas tratadas estéticamente, con rigor y criterio, buscando la suma perfección a la que toda obra que merezca tal nombre aspira.
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