UNA
RELIGIÓN LLAMADA MARK ROTHKO
Dentro de las
corrientes existentes del arte abstracto se puede observar una clara evolución
de los artistas que las integran
desde posiciones figurativas hacia la abstracción de un modo progresivo. Poca
gente se podría imaginar a Mondrian pintando paisajes o a Kandinski
pintando un paisaje. Algo pareció ocurrió con Mark Rothko, máximo
representante del expresionismo abstracto americano, adscrito al movimiento del
Color Field y que dominó el panorama artístico en los Estados Unidos hasta bien
entrado los años setenta. La pretensión del expresionismo abstracto, es
cierto, fue buscar una experiencia artística que en cierto modo desbordará los
límites de la experiencia estética. El sentido de intimidad, de la expresión de lo
más profundo del ser y de la trascendencia son principios programáticos
básicos de cualquier artista que deseara adherirse a este movimiento. Es
un arte con un compromiso humano muy sólido pero que una pulsión mística
también muy fuerte. El objetivo de la pintura de Rothko sobre todo a
partir de 1945, cuando su pintura adopta el color como la expresión más
sublime del arte, fue la de realizar esa transición a un arte sobrenatural y
con claras connotaciones religiosas. Primero, se propuso controlar absolutamente
el efecto del color sobre el cuadro;en segundo lugar, amplió el formato de sus
pinturas, cuyo mejor ejemplo se encuentra en los murales que realizó para el
restaurante del Four Seasons del edificio Seagram en Nueva York y que
finalmente retiró, devolviendo el importe del encargo. Y tercero, su arte se hizo
esencialmente espiritual y toma cuerpo con la Rothko Chapel,patrocinada por el
millonario tejano John de Menil. En 1964 el artista inició el proyecto que se
alargó durante 6 años que debieron de ponerle en una situación
psicológicamente extrema. No podemos olvidar que la depresión comenzó a hacer
estragos en su salud, un hecho perceptible en la progresiva evolución cromática de
su obra, desde colores claros hasta los cada vez más oscuro. El tríptico de la
Rothko Chapel refleja bien el estado espiritual del artista de origen
ruso, colores marrones, con efectos rojizos y negros, extendidos con largos
brochazos sobre sucesivas capas. Una obra que requirió la asistencia de varias
personas desde el comienzo.
Pese a la
simbología del lugar, más cercana a Oriente que a la religiosidad occidental,
La Rothko Chapel se inauguró en 1971.
Con Rothko los
postulados artísticos y pretensiones espirituales de los maestros del
expresionismo abstracto se convirtieron en realidad. Su contribución a dar
sentido espiritual y trascendente a la experiencia estética está más que
acreditada por el interés y el valor que han acompañado siempre a las obras de
este autor.Pues observar un cuadro más allá de lo impregnado en el
lienzo debe ser ante todo emoción y esa quizás sea la gran verdad del Arte.
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