viernes, 13 de junio de 2014

VAN GOGH SEGÚN HOLLYWOOD



           
               Este es el título del interantísimo libro de Francisco García Gómez, editado en 2007 por la Semana de Cine Experimental de Madrid, patrocinado por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y el Instituto Buñuel. García Gómez (Málaga, 1968) es doctor en Historia del Arte por la Universidad de Málaga y profesor titular del Departamento de Historia del Arte de la UMA donde imparte, entre otras asignaturas, Historia del cine y otros medios audiovisuales. Su línea investigadora se ha centrado en arte y arquitectura de los siglos XVIII y XIX, y en historia del cine. Además de la obra que nos ocupa, en lo relativo al ámbito cinematográfico, ha publicado el libro El miedo sugerente. Val Lewton y el cine fantástico y de terror de la RKO.
           

            El autor comienza su trabajo: “Vicent Van Gogh se ha convertido indiscutiblemente en uno de los grandes iconos del arte universal, en un auténtico ídolo de las masas, conocido por la mayor parte de un gran público que ignora lo más elemental sobre otros pintores también de primera fila” y así nos desgrana con la minuciosidad de un relojero, para aquellos que amamos el cine y la pintura, durante 336 páginas, El loco de pelo rojo, largometraje dirigido en 1956 por el gran Vicente Minelli cuyo título original, más cercano a la realidad de la historia, es Lust for Life, algo así como Codicia por la vida. El largometraje fue una producción de la Metro-Goldwyn-Mayer que adaptaba la novela homónima de Irving Stone y protagonizaba Kirk Douglas. 
           
El genial pintor holandés es analizado exhaustivamente a través de la película. Ya sea desde aspectos meramente fílmicos como los relativos al personaje histórico, eso sí desde matices de la biografía cinematográfica. Comienza la singladura con una sinopsis del argumento del film y un bosquejo del proceso de producción, para continuar con una reflexión sobre el biopic, significado de biographic picture (película biográfica), que viene a ser la dramatización cinematográfica de la biografía de una persona, siendo en sí casi un subgénero, especial hincapié en los centrados en artistas. Seguidamente, estudia la fidelidad de la película con la historia que se narra, desmenuzando los episodios de la vida de Vincent Van Gogh que han sido omitidos y qué hay de verdad o no tras el filme. Se hace una personal visión de su hermano Theo y de su amigo el pintor Paul Gauguin. Continúa con el estudio de los aspectos plásticos, por un lado las relaciones con la pintura del pintor holandés y sus nociones estéticas, como el tratamiento dado al color por el director americano, uno de los aspectos más conseguidos de la película; por otro, a la perspectiva dada a la narración y a la puesta en escena, así como a la música, del excepcional Miklos Rozsa. Posteriormente García Gómez sitúa a El loco del pelo rojo en la filmografía de Vicente Minnelli y su relación con el resto de sus películas. Y concluye con un repaso a otras cintas que han tratado al personaje y a la obra del maestro del impresionismo. Como es natural se cierra el libro con una extensa selección bibliográfica y un detallado índice de nombres y títulos, así como una cuidadísima recopilación de ilustraciones de fotogramas de la película y obras de Van Gogh.
           
La obra no deja de ser un magnífico puente entre cine y pintura, aunque exhaustiva y completa no cae en un academicismo aburrido ni en una superficialidad trivial. Inundada de notas a pie de página e interesantes citas, es un estudio serio y pormenorizado del film de Minnelli desde todos los ángulos posibles, pero también una disertación sobre la obra y la vida del pintor protagonista, así como los puntos de encuentro y desencuentro entre ambos. Que viene a ser una reflexión sobre una película paradigmática en las relaciones entre dos artes que siempre han estado en continua simbiosis así como el filme por antonomasia sobre la vida de un pintor.

           
Se podría señalar una frase de una de las cartas de Van Gogh que el autor cita en el libro y también aparece en la película, donde tienen una importancia capital: “Mi colorido tiene una fuerza que nunca había tenido antes, produce sensación de vida y de potencia”. Creo que también se podría aplicar perfectamente a El loco del pelo rojo y a este libro. 

Por Rafael Ángel Angulo.

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