lunes, 14 de marzo de 2011

Los terremotos en Japón reviven la obra de Katsushika Hokusai

Este pasado día 12, Luis Antonio de Villena nos recordaba en un artículo publicado en El Mundo, uno de los cuadros más representativos del género ukiyo-e, Kanagawa oki nami ura (1830-1833) o La gran ola de Kanagawa del autor Kataushika Hokusai (1760-1849). Este grabado también es conocido popularmente como Tsunami, vocablo japonés que literalmente significa “gran ola”. La percepción del tamaño de la ola se observa por las proporciones del monte Fuji que puede verse en al fondo como uno de los focos de la obra. Pertenece a la serie Treinta y seis vistas del monte Fuji, y las dimensiones son de 25x37 cm.


El Arte Ukiyo-e
Uno de las expresiones artísticas más próximas a la imprenta. Entre la singularidad de lo artesanal y la pluralidad de las réplicas, esto es arte ukiyo-e que permite tener copias de un original que muere a la vez que da vida a cada uno de sus hijos. Hechos a imagen y semejanza del padre muestran entre ellos los matices y diferencias propios de la individualidad.

Los nikuhitsu ukiyo-e, son dibujos únicos nacidos de la mano del artista y desarrollados a pincel sobre papel o seda. El artista entrega su obra al grabador, que crea un molde sobre un panel de cerezo. Este molde se realiza utilizando la obra del autor y se destruye lentamente para ir creando un negativo en relieve. Una vez tenemos las planchas sólo queda tintar las diferentes zonas y frotar sobre las láminas, así se pueden obtener múltiples copias que muestran a su vez los matices de individualidad (diferencias de tintados, desgaste de las planchas que permiten situar el orden de las copias, variaciones entre los materiales utilizados, etc.).

Esta obra permite jugar con una de las características más singulares dentro del arte japonés. La escritura tradicional en Japón siempre fue vertical, pero otra característica que tiene es la lectura de derecha a izquierda. Los buenos seguidores del arte Manga han podido disfrutar de sus libros, que a pesar de estar traducidos, se les aplica una lectura de derecha a izquierda; es decir que según la concepción occidental empezaríamos por la última página hasta llegar a la primera. Esto nos ayuda a ver la obra de forma diferente. Mientras el ojo observador de occidente interpreta que las barcas escapan de esa gran ola el japonés ve como las barcas van en dirección a ellas, en realidad no huyen de esa ola que muestra su cresta como una garra capaz de arrasar con la fuerza de un titán.

La influencia de estas obras llega a los artistas impresionistas (Claude Monet, Henri Toulouse-Lautrec, Vincent van Gogh, etc.).

El Ukiyo-e nace en el siglo XVII y perdura en la actualidad.


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