sábado, 4 de junio de 2016


Juan Manuel Díaz Burgos. Cartel exposición Trópico de Cáncer

Una de las exposiciones fotográficas que actualmente acoge el Auditorio del Centro Niemeyer en Avilés, es la denominada Trópico de Cáncer del fotógrafo Juan Manuel Díaz Burgos, nombre de por sí ya sugerente y evocador de lo que vamos a poder contemplar.
La exposición la componen 39 fotografías con llamativos colores y con formatos de gran tamaño (1 metro de alto por 1 de ancho). Gracias a estos y otros factores, el espectador que acuda a visitarla se dejará envolver rápidamente por la atmósfera tropical que irradian los retratos y el impacto visual de los mismos.
En esta ocasión, el artista pretende acercarnos a lugares y personas de diferentes nacionalidades y países tropicales como son Cuba, Republicana Dominicana y Haití. En la muestra se puede ver a lugareños posando para el fotógrafo, desde mujeres vestidas con trajes típicos de la región, a otras posando de forma sensual u hombres llenos de tatuajes, con armas o fumando, erigiéndose el factor humano en el protagonista absoluto del trabajo final. Todos los protagonistas aparecen enmarcados en diversos contextos que logran definir totalmente la esencia de la fotografía final.
Si por algo se caracteriza la exposición es porque sus fotografías rebosan naturalidad y espontaneidad, y se erigen en una radiografía bastante precisa del alma de los habitantes de estas latitudes, de los diferentes espacios físicos y de la idiosincrasia de territorios donde la religión, el sexo, las tradiciones o los estereotipos hacen acto de presencia.
Uno de los aspectos que más destacan del conjunto, es su apuesta por mostrarnos retratos sin mirada, ya que todos ellos llevan los ojos tapados con vendas de color amarillo para que el espectador profundice y vea más allá de las apariencias y de la mirada de los sujetos, para de este modo captar la esencia del individuo como sujeto per se y dentro del conjunto del contexto socio-cultural en que se encuentra inmerso. Con esta apuesta tan personal, el artista consigue transmitirnos imágenes con una gran carga simbólica y visual, obras para que sean interpretadas y analizadas por el espectador que acuda a verlas y al que concede un rol participativo.
Juan Manuel Díaz Burgos, nacido en 1951 en Cartagena (Murcia), es un artista curtido en la fotografía, que acumula más de noventa exposiciones individuales en su haber y otras ciento cincuenta de forma colectiva. A lo largo de su carrera ha expuesto en diversos países de la geografía mundial como Francia, Argentina, EE UU, Japón o Alemania. Conocido por su fotografía documental y testimonial en blanco y negro, es recurrente que sus obras plasmen vidas de personas anónimas en situaciones cotidianas y comunes y reveladoras de su condición social y cultural.

En esta ocasión ha querido ahondar más en el alma y en la condición humana dando gran protagonismo al color, y más concretamente al amarillo, como uno de los elementos más característicos de estos territorios. Un aconsejable y refrescante cóctel de colorido con la figura humana como eje central de las piezas en diferentes escenarios y actitudes, cuyo resultado es fruto de sus más de 20 años recorriendo países tropicales en pos de capturar la esencia de los lugares y seres que habitan la geografía caribeña.





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